Installed ethnography
Installed ethnography
Pasemos pues a modo de ir alternando a una muestra en la cual de nuevo como en Surpik lo iconográfico visual rige por sobre lo alfabético textual, la muestra etnografía instalada de Juan Carlos Rodríguez.
La primera diferencia es que esta muestra incluye sonido ambiental en sala, un sonido grabado permanente que se refiere a personas que lavan la ropa, la segunda diferencia es que en términos espaciales ese sonido es relacionado a lo que se ve visualmente ya que consiste en sabanas tendidas húmedas, estas sabanas tendidas que forman un circuito transitable de tendederas tienen cada una inscritos nombres de personas, en el suelo tapizado en cartón corrugado por dónde camina el espectador el cual se mueve como entre pacillos de sabanas tendidas hay cubos con agua y las tendederas de las cuales cuelgan las sabanas tendidas son ensamblajes de trozos de maderas viejas que forman parales a los cuales están amarrados libros pequeños del evangelio cristiano pentecostal.
Finalmente sobre una máquina de cola cola situada en el espacio vemos muchas páginas escritas en caligrafía manual. Estos son someramente y a grandes rasgos los elementos descriptivos que conforman la muestra de Juan Carlos de modo que hemos de suponer nuestro espectador entra en este espacio lo recorre ve, escucha y siente lo antes descrito e inicia a hacerse algún tipo de interpretación y si echamos a decursar esta interpretación sin suplementos textuales curatoriales hemos de suponer que al igual que ocurría con los aspectos genéricos él y ella con los muñecos de trapo en la muestra de Surpik remitentes a la relacion varón-hembra sin aun disponer de suplementos textuales adicionales a lo icónico, que aquí los espectadores relacionan de algún modo el escuchar los sonidos de gente que lava ropa con sabanas húmedas tendidas con una acepción genérica universal, es decir, referente a cualesquiera gente en cualesquiera cultura en la acción de sentido común ordinaria a toda cultura de lavar la ropa y que por algún motivo el cual desconocemos en principio esas sabanas tienen nombres los cuales ha de suponerse se refiere de algún modo o evoca a las personas que se escucha lava la ropa pero de las cuales no sabemos nada, al mismo tiempo los libros del evangelio cristiano pentecostal adheridos a los parales podrían aludir a o referir a la universalidad humana de ese acto asi como en términos de clues quizás sugerir que se trata de una comunidad cristiana en sus valores o de personas que creen en el evangelio. Nada, sin embargo, en las lecturas del evangelio hace referencias al lavar la ropa como un pasaje relevante en términos religiosos de modo que no inducimos el referente sonoro y visual como directamente desprendido o anecdótico respecto al contenido de los libros.
Pero como en el ejemplo del carro que inicia nuestro ensayo mis complementos textuales curatoriales pueden impactar irreversiblemente la interpretación de nuestro lector al decirles que se trata de un barrio popular pobre internado en las llamadas favelas que se hayan en los barrios más pobres de caracas alrededor de las franjas montañosas, que las personas cuyos sonidos se escuchan lavando son personas que viven en el barrio en la actividad cotidiana de lavar y que las sabanas pertenencias de las mismas han sido donadas a juan Carlos para su obra, que las maderas con que están confeccionados los parales han sido todas recogidas en esos barrios y que se trata de un barrio específico y real en el cual Juan Carlos Rodríguez hace su labor pentecostal ya que se trata de un artista venezolano quien simultáneamente es también un pastor seminarista pentecostal que realiza su labor al mismo tiempo religiosa y de asistencia social en este barrio asi como que los textos que se hayan en la máquina de coca cola son las páginas de una novela que escribe una mujer sobre su vida en ese barrio asi como que en obras anteriores expuestas en Caracas Juan Carlos ha desarrollado instalaciones en conjunto es decir, co-autorales con esta mujer llamada Maira quien de por si vive de recolectar y vender desechos en la ciudad. Nuestros textos suplementarios impactan pues la lectura y lo que antes veíamos como algo genérico universal ahora adquiere un contenido eminentemente local.
El artista y pastor ha desarrollado una muestra sobre él y la comunidad y sobre la relacion entre ambos la cual ha llamado etnografía instalada. En muestras previas el acento de las instalaciones estaba en los objetos y cosas que Maira recoge en la ciudad en tanto para esta muestra se ha enfocado en el barrio mismo y en sus actividades de lavar la ropa. Creemos pues que esta muestra como nuestro ejemplo inicial del automóvil no requiere mayores elucidaciones, o se dispone del complemento textual curatorial o no se dispone de él y en un sentido o el otro tenemos con ella dos vías distintas de interpretaciones potenciales en tanto a diferencia de las dos previas en las cuales las alusiones a la antropología permanecen en el plano de la ficción simbólica propia al contenido interno de esa ficción, en Surpik los supuestos reportes etnográficos de pyque en la ambigüedad de que se trata de reportes de la pyche o de reportes de pyche la diosa griega, en Ernesto Leal y Juan José el desvió interpretativo que subraya la deidad balinesa de las aldeas y nuestras inferencias a propósito del contenido de las piezas sobre el tema de las invenciones, en esta muestra el carácter subrayado de etnografía instalada alusivo al género mismo de lenguaje que conforma la obra, el ser una instalación de arte contemporáneo oscila entre la evocación de la actividad humana de lavar acentuada con nombres en las sabanas y los libros del evangelio que sin suplementos complementarios permanecería en el plano de la ficción y el hecho real de que se trata de un barrio objetivo en el cual Juan Carlos ha desarrollado una labor a la vez social y pentecostal.
La instalación misma subraya que juan Carlos hace algo más que llevar el evangelio a los barrios, desarrolla en aquellos una labor social en cierto modo terapéutica alrededor de la vida de sus personas a las cuales da seguimiento y el hecho de hacer instalaciones de arte contemporáneo compartidas con esas personas del barrio agrega al sentido de la exploración una dimensión concreta, situada y real. Volveremos sobre esta muestra más adelante ya que adicionalmente a los suplementos textuales curatoriales hay complementos textuales aún más intrincados en mis conocimientos como curador que podrían ayudar a interpretarla alejándonos con ello por supuesto de la polisemia y la entropía interpretativa de espectadores que no tienen esos suplementos
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